miércoles, 9 de octubre de 2013

Hipatia

Hipatia de Alejandría (370 - 415)


Filósofa, astrónoma y matemática alejandrina, escribió comentarios sobre Diofanto, Tolomeo y Apolonio. Llegó a dirigir la escuela de filosofía neoplatónica de Alejandría y su belleza y dotes intelectuales atrajeron gran cantidad de alumnos.
Hipatia simbolizó el aprendizaje y la ciencia, lo cual los primeros cristianos identificaban con el paganismo. Por este motivo fue cruelmente asesinada por  fanáticos cristianos.
Alejandría era un centro intelectual y comercial en el delta del Nilo y el lugar donde se conservó la cultura griega. Era una ciudad habitada en su mayoría por una población de origen griego, egipcio, romano y judío. Fue durante siglos la metrópoli intelectual y cultural del mundo. La creó Alejandro Magno, quién quiso que fuese la mejor ciudad del mundo. Tras la muerte de Alejandro –306 a. C. – su imperio se dividió, Tolomeo I heredó Egipto y Alejandría fue la capital de su reino. Tolomeo fundó allí el Museo.
Durante el Imperio Romano había tres niveles distintos de instrucción: el superior, con conocimientos de matemáticas, literatura y oratoria, propio de la elite de las ciudades, donde tanto hombres como mujeres tenían un alto grado de formación; el segundo, con conocimientos aritméticos y alfabetización que permitían trabajar en asuntos administrativos y el tercero formado por la población rural y urbana.
La mujer estaba sometida a la autoridad paterna o del marido. Adquiría derechos por herencia o por divorcio, pero bajo la tutela del estado que restringía sus derechos públicos. Sin educación y sin independencia económica era difícil realizar sus ambiciones intelectuales. Hipatia es una excepción, su padre le brindó la libertad para que pueda estudiar.

El Museo era una institución dedicada a la investigación y la enseñanza, con más de cien profesores, dos bibliotecas. El Museo de Alejandría tenía siete siglos cuando nació Hipatia y en él trabajaron importantes matemáticos: Euclides, Arquímedes de Siracusa, Apolonio, Eratóstenes de Cirene, Diofanto de Alejandría y Pappus de Alejandría.
Al nacer Hipatia, el Imperio Romano se estaba convirtiendo al cristianismo, y era muy frecuente que los cristianos vieran herejía y maldad en las matemáticas y la ciencia. Algunos cristianos volvieron a la teoría de la tierra plana. No era una época propicia para ser científico ni filósofo.

Hipatia fue la última científica pagana del mundo antiguo y su muerte coincidió con los últimos años del Imperio  romano y como no hubo adelantos significativos en matemática, astronomía ni física en ninguna parte del mundo occidental durante los mil años siguientes, ella ha llegado a simbolizar el fin de la ciencia antigua.
Su padre, Teón, fue también un ilustre matemático y astrónomo cuya vida estaba asociada al Museo, supervisó todos los aspectos de la educación de su hija. 
El museo había perdido su esplendor y Alejandría contaba con escuelas diferentes para paganos, judíos y cristianos. Sin embargo Hipatia enseñaba a miembros de todas las religiones. Los alumnos iban a Alejandría a asistir a las lecciones de Hipatia sobre matemáticas, astronomía, filosofía y mecánica. Su casa se había convertido en un centro intelectual.
Su trabajo más importante fue en álgebra. Escribió un comentario sobra la Aritmética de Diofanto, en 13 libros. Diofanto vivió y trabajó en Alejandría en el siglo III y se le ha llamado “padre del álgebra”. Desarrolló las ecuaciones indeterminadas (diofánticas), es decir, ecuaciones con soluciones múltiples.  También trabajo con ecuaciones cuadráticas. Los comentarios de Hipatia incluían algunas soluciones alternas y nuevos problemas, que luego fueron incorporados a los manuscritos diofánticos.
También escribió un tratado Sobre la geometría de las cónicas de Apolonio, en ocho libros. Apolonio de Perga fue un geómetra alejandrino del siglo III a. C., a quien se deben los epiciclos y los deferentes para explicar las órbitas irregulares de los planetas.
Ella sentía gran atracción por las secciones cónicas (las figuras geométricas que se forman cuando un plano pasa por un cono).
Hipatia junto a su padre escribieron por lo menos un tratado sobre Euclides; ella también es autora de uno de los libros de la obra de Teón sobre Tolomeo.
Comentó sobre el Canon astronómico que consistía sobre todo en un conjunto de tablas estelares.
Además de la filosofía y las matemáticas, Hipatia se interesaba en la mecánica y la tecnología práctica. En las cartas de Sinesio (uno de sus discípulos) están incluidos sus diseños para varios instrumentos científicos, incluyendo un astrolabio plano, que se usaba para medir la posición de las estrellas, los planetas, y el Sol, y para calcular el tiempo y el signo ascendente del zodiaco.
La afición que sentía Hipatia por las cónicas y por el sistema de Aristarco la llevaron a suponer que los planetas describían elipses y que el sistema solar era heliocéntrico.
Las obras de Hipatia son comentarios acerca de textos ya existentes (es una mezcla entre el texto de la obra original y las aportaciones puntuales propias de ella).
Como pagana, partidaria del racionalismo científico griego y personaje político influyente, Hipatia se encontraba en una situación muy peligrosa en una ciudad que iba siendo cada vez más cristiana.
Haciendo caso omiso de los ruegos de Orestes, Hipatia se negó a traicionar sus ideales y convertirse al cristianismo. El asesinato de Hipatia está descrito en la obra de un historiador cristiano del siglo V, Sócrates el Escolástico:

"Para decirlos en pocas palabras, algunos atolondrados, impetuosos y violentos cuyo capitán y guía era Pedro, un lector de esa iglesia, vieron a esa mujer cuando regresaba a su casa desde algún lado, la arrancaron de su carruaje; la arrastraron a la iglesia llamada Cesárea; la dejaron totalmente desnuda; le tasajearon la piel y las carnes  con caracoles afilados, hasta que el aliento dejo su cuerpo; descuartizaron su cuerpo; llevaron pedazos a un lugar llamado Cinaron y los quemaron hasta convertirlos en cenizas." 

Ver : Trailer de la película Agora






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