Amalie
“Emmy” Noether (1882-1935)
Emmy Noether era una extraordinaria mente
matemática, quizá la más grande que ha
existido.
Su aspecto no era muy femenino, siempre usaba
por comodidad un sombrero masculino y llevaba una carpeta de piel llena de
papeles muy antiestética y por su extremada miopía debía usar unos anteojos
culo de botella.
En las clases o debates científicos, se
olvidaba de todo, de su peinado, se limpiaba en su vestido y no masticaba
adecuadamente.
La sociedad se caracterizaba por la asfixia
femenina, reinando Guillermo II él cual impedía la educación femenina. Se
permitía con obstáculos estudiar pero no ejercer. Por ejemplo, algunos docentes se negaban a
dar clase si había una mujer presente.
Emmy nació en la pequeña ciudad de Erlangen, en
una familia ilustrada de clase media-alta. El padre de Emmy era profesor de
matemática y sus habilidades intelectuales fueron heredadas por sus dos hijos.
A Emmy le gustaba bailar pero no le gustaba la
música, como en general suele suceder con los matemáticos. De religión judía
(israelita), la cual le traerá repercusiones a lo largo de su vida.
La educación que recibió era la de una señorita
de sus tiempos. Aprendió a cocinar y las virtudes domésticas para llevar
adelante una casa. Cuando estudió lo hizo con provecho, destacándose en francés
e inglés, pero la sorpresa surgió cuando eligió las matemáticas.
Ella tenía como beneficios los conocimientos,
la posición familiar que le permitía un modesto ingreso y conocía a los colegas
de su padre, por eso contaba con que no le iban a ser la vida imposible en la
universidad. Pero su presencia en clase tuvo que ser como alumna oyente.
Superó sin problemas los exámenes que le
permitieron doctorarse. Para esto eligió como tema los invariantes algebraicos
de las formas cuadráticas ternarias. En su tesis se recogen 331 invariantes de
las formas cuadráticas ternarias.
Su doctorado fue el segundo título conseguido
por una mujer en Alemania (después de Sofía Kovalevskaya).
Durante 8 años dio clases en su ciudad natal
sin cobrar, a veces se daba el lujo de sustituir a su padre en el estrado de
profesores. Un profesor de la universidad introdujo a Emmy en los trabajos
matemáticos de Hilbert. Su inteligencia
y conocimiento hicieron que Felix Klein y David Hilbert persuadieran a Emmy
para ayudarlos en sus trabajos en la universidad de Gotinga (la universidad más
matemática del mundo).
En aquella época las ideas revolucionaras de
Einstein hacían furor, para esto Emmy era un arma matemática muy necesaria.
En la universidad tuvo que vencer los recelos
anti femeninos. Se escucharon cosas como “¿Qué dirán nuestros heroicos soldados
cuando regresen a la patria y en las aulas tengan que permanecer a los pies de
una mujer, que les hablará desde el estrado?”. Por lo que Hilbert llenó de
indignación la defendió.
Recién en 1922 logró cobrar por su trabajo. Lo
que no le gustaba de Gontinga es que no se le reconociera su labor como editora
de la revista Mathematische Annalen que le daba mucho trabajo.
En 1918 se publicó el teorema de Noether, este
está entre la físia y la matemática, especialmente en análisis, rama mecánica. Comprenderlo requiere un
poco de matemática y física superior. Este teorema dice: “si un sistema físico
tiene una propiedad de simetría continua, hay magnitudes correspondientes cuyos
valores se conservan en el tiempo”.
Einstein le escribió a
Hilbert “ayer recibí de la señorita Noether un articulo muy interesante sobre
las invariantes. Me ha impresionado que este tipo de cosas puedan ser
comprendidas de un modo tan general. ¡La vieja guardia de Gotinga debería tomar
algunas lecciones de la señorita Noether! Parece que sabe lo que hace.”
El resultado que obtuvo
Emmy fue un apoyo al problema de conservación gravitacional provocado por la
teoría general de la relatividad.
El aporte de este teorema
para algunas tuvo la misma relevancia que el teorema de Pitágoras.
A pesar de los obstáculos
que le pusieron a Emmy en la universidad, a Hilbert se le ocurrió poner un
curso a su nombre y cuando lo tuvo constituido hizo que lo diera Emmy.
A partir del 1920 sus
producciones fueron centrándose en cuestiones puramente algebraicas, primero en
el tema de los anillos y luego en estructuras más complejas, es por esto que se
le dio el nombre de “Sra. de los anillos”
A ésta primera época se
le puede atribuir el teorema de
Lasker-Noether (1921), el lema de
normalización (1926) y sus teoremas
sobre Isomorfismo (1927).
En 1931 dio su nombre al
teorema de Albert-Brauer-Hasse-Noether acerca de algebras finito-
dimensionales.
En 1933 redescubrió un
importante resultado sobre algebras, el llamado teorema Skolem-Noether.
Un grupo de alumnos,
ruidoso, poco disciplinado, pero sobresaliente, seguían a Emmy a todas partes,
eran los “muchachos de Noether” que tomaban todas sus palabras y las
comentaban, la acompañaban en sus paseos y baños en la pileta municipal, donde
ella nadaba y buceaba. Muchos de ellos fueron grandes matemáticos. Ella se comportaba
con un espíritu maternal pero exigente. La llamaban “el Noether” en masculino.
En ocasiones tuvo que dar clases en su
domicilio, ya que no podía ser en la universidad por su condición de judía. Ella
tenía alumnos de todas partes de Europa.
El campo de Emmy fue el
algebra moderna, y algo de topología. Su especialidad era estudiar y
profundizar en las estructuras algebraicas, saliendo de las particularidades y
llevándolas a la máxima generalidad posible.
Su actividad científica
residía en su dedicación a los anillos e ideales, estructuras algebraica, a las
que se dedicó años enteros.
En la década de 1930,
Emmy tenía un extraordinario prestigio en el mundo de la matemática. Por ello,
su intervención en el Congreso Internacional de 1932.
Al año siguiente los
nazis alcanzaron el poder y procedieron a expulsar a todos los profesores
judíos de sus cátedras. Pero Emmy y muchos de sus colegas, entre ellos Einstein
y Freud, debieron dejar de enseñar de modo público en Alemania y si tenían
suerte de irse del país y contaminar otras naciones con sus “perversas ideas”
Ella terminó en EEUU, en
Pennsylvania, en el mejor colegio femenino del mundo, en ocasiones se olvidaba
que estaba en América y en plena discusión matemática comenzaba a hablar en
alemán.
A dos años del exilio le
diagnosticaron un tumor uterino y le recomendaron que se operara, superó sin
problema la operación pero falleció a consecuencia de una súbita
embolia.
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